Despido objetivo en empresas: derechos del trabajador, usos fraudulentos y preguntas frecuentes.
El despido es uno de los momentos más delicados en la vida laboral de cualquier persona. En España existen diferentes tipos, pero uno de los más polémicos es el despido objetivo, que permite a la empresa extinguir el contrato pagando una indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
En la práctica, muchos despidos objetivos esconden lo que en realidad debería calificarse como despido improcedente, cuya indemnización es mucho mayor (33 días por año trabajado hasta 24 mensualidades). Esta práctica, cada vez más común, ha dado lugar a numerosas sentencias en los últimos años.
En este artículo te explicamos cómo funcionan estos casos, qué errores cometen las empresas, qué dice la ley y cómo puedes defenderte si sospechas que tu despido no es lo que parece.
¿Qué es un despido objetivo?
El despido objetivo está regulado por el Estatuto de los Trabajadores y puede utilizarse cuando concurren causas:
- Económicas: pérdidas actuales o previstas, disminución de ingresos.
- Técnicas: cambios en medios o instrumentos de producción.
- Organizativas: reestructuración interna que hace innecesario un puesto.
- Productivas: cambios en la demanda de productos o servicios.
La indemnización es de 20 días por año trabajado, siempre que se cumplan los requisitos legales:
- Entrega de carta de despido con causas concretas y explicadas.
- Preaviso de 15 días (salvo pago de esos días).
- Puesta a disposición inmediata de la indemnización.
Algunas empresas utilizan mal el despido objetivo
El problema surge cuando las compañías maquillan un despido improcedente como si fuera objetivo, con el único fin de pagar menos indemnización.
Errores típicos:
- Cartas genéricas: frases como “causas económicas” sin cifras ni documentos.
- Ausencia de pruebas: no se aportan balances, cuentas o justificantes.
- Uso fraudulento: despedir a un trabajador incómodo alegando “reestructuración” cuando el puesto se cubre de inmediato con otra persona.
En estos supuestos, el trabajador puede impugnar el despido en el Juzgado de lo Social. Si se declara improcedente, la empresa deberá elegir entre readmitir al trabajador o indemnizarle con la cuantía más alta.
Casos reales
Caso 1: conductor despedido “por causas objetivas”
Una empresa alegó disminución de carga de trabajo para despedir a un conductor. Sin embargo, no aportó ninguna prueba contable. El juzgado declaró el despido improcedente: la indemnización pasó de 12.000 € a más de 45.000 €.
Caso 2: administrativo sustituido tras el despido
Una trabajadora de oficina fue despedida alegando reorganización interna. Días después, la empresa contrató a otra persona para el mismo puesto. El juez consideró que no había causa objetiva y condenó a pagar 30.000 € de indemnización.
Consecuencias para la empresa
Simular un despido objetivo tiene un riesgo alto:
- Pagar el doble de indemnización si se declara improcedente.
- Costas judiciales en algunos casos.
- Daño reputacional si el asunto trasciende.
Derechos del trabajador ante el despido objetivo en empresas
Si recibes una carta de despido objetivo, tienes derecho a:
- Impugnar el despido en el plazo de 20 días hábiles.
- Solicitar conciliación laboral antes de ir al juzgado.
- Reclamar la indemnización correcta en caso de improcedencia.
Qué hacer si sospechas que tu despido está disfrazado
- Revisa la carta de despido: debe contener datos concretos, no frases genéricas.
- Pide documentación: balances, cuentas, informes de producción.
- Consulta con un abogado laboralista: él podrá valorar la viabilidad de la demanda.
- Actúa rápido: el plazo de 20 días hábiles es improrrogable.
Preguntas frecuentes sobre el despido objetivo (FAQs)
¿Puedo cobrar el paro si impugno el despido?
Sí, aunque estés reclamando judicialmente, tienes derecho a prestación por desempleo si cumples requisitos de cotización.
¿Qué pasa si gano la demanda?
La empresa deberá elegir entre readmitirte o pagarte la indemnización de improcedente.
¿Y si no me pagan la indemnización en el momento del despido?
Es otro indicio de que el despido puede ser improcedente.
¿Merece la pena reclamar un falso despido objetivo?
En muchos casos sí, porque la diferencia entre 20 y 33 días por año supone decenas de miles de euros.
Conclusión
El despido objetivo es una herramienta legal pensada para situaciones concretas. Sin embargo, muchas empresas lo utilizan como atajo para abaratar costes. La buena noticia es que los tribunales suelen detectar rápidamente estas prácticas y protegen al trabajador.
Si sospechas que tu despido está mal justificado, actúa rápido: 20 días hábiles para reclamar pueden marcar la diferencia entre cobrar una indemnización mínima o la que realmente te corresponde.
En GADE Asesores analizamos tu carta de despido, revisamos si hay causa real y te acompañamos en todo el proceso para defender tus derechos laborales.
GADE ASESORES: Laboral / Jurídico / Fiscal – Tu asesoría en Murcia
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